¡Ah, no! ¡Por aquí no paso! Lo del chándal y los tacones, no lo veo. Vale que estamos hablando de un sporty chic al que el taconazo lo reposiciona y bla bla bla… Pero es que hay que tener mucha clase y buena percha para no parecer que estabas por tu casa limpiando y te has calzado los tacones para salir rápido.
Vaya por delante que a mí el chándal ni me gusta ni me ha gustado nunca. Me recuerda a mis años de infancia en los que el día de gimnasia había que ir con chándal al colegio. Y aunque suena obvio y hasta razonable ¡lo que hubiera dado yo por unas mallas de Oysho por aquel entonces!
Lo tenía en rojo y en azul con dos pedazo de líneas a cada lado de la pernera y su chaquetita con cremallera ‘a conju’ #lamuerte. Aunque peor era uno que recuerdo gris y rojo con puños en las muñecas y tobillos: un pijama en toda regla, vamos.
Hay que decir en su favor (si es que se puede decir algo a favor) de esta tendencia que hay versiones menos chandaleras y que realmente se quedan más en unos joggers, pero hay otras piezas que claramente son de bofetón en la boca #Martiriobonitacuantodañohashecho
Al final con estas modas pasa lo de siempre. Se lo pondrá Gala González y diremos que es que va a la última. Lo llevará alguna presentadora famosilla demostrando dominio de las tendencias, aunque no le acabe de favorecer. Pero como te lo pongas tú, asegúrate que es para ir a una fiesta en la que los estilos alternativos triunfan, porque, así como para el día a día no lo veo.
A la única que me imagino llevando un chándal con una categoría infinita es a Nieves Álvarez y es que a esa mujer le cae una sábana desde un balcón y seguro que le queda impresionante. Porque, seamos sinceros, se lo ves a Chabelita y te da un pasmo.
Propuestas de ASOS
Si no te queda bien…¡no te lo pongas!
En fin chicas, que si decidís ‘probar suerte’ aquí os dejo un poco de… ¿inspiración? #resistir #nosucumbir #estonohaypordondecojerlo.
Cuida tu Imagen 
