¡Buenos días chicas!

Hoy quiero romper una lanza a favor de los clones. Y sobre todo a favor de Inditex, Mango, H&M, Pull&Bear, todas esas marcas lowcost que no sólo copian bien – sobre todo Zara y Uterqüe – sino rápido.

Me gustaría enfocar el tema desde otro ángulo. Para que algo sea tendencia en la calle, desde el punto de vista de Marketing, tiene que haber lo que se conoce como “masa crítica” (Masa crítica es en sociología una cantidad mínima de personas necesarias para que un fenómeno concreto tenga lugar).

La mitad de las tendencias no serían tendencias sino hubiera un buen puñado de personas que las lleváramos.

Si las ya famosas sneakers de Isabel Marant no hubieran sido copiadas hasta la saciedad, las hubieran acabado llevando las 4 que pueden pagarlas, además de las modelos y actrices a las que se las regalan y ¡NO! No se hubieran convertido en un fenómeno. Para nosotras se hubieran quedado como una extravagancia más de las famosas.

Este año Zara y Mango tienen clon exacto de las botas estilo militar de Isabel Marant. Que conste que yo me compraría las originales, pero es que he de comer el resto del mes.

¿Que levanten la mano todas aquellas a las que su sueldo les dé para comprarse el bolso Yves Saint Laurent de la temporada? ¿Y ese Gucci tan maravilloso para vuestra próxima salida nocturna? Pues va a ser que no veo muchas manos.

El hecho de que las low cost bajen las grandes firmas a la calle les confiere a esas grandes firmas un carácter inspiracional y al resto de los mortales nos da la posibilidad de ir a la moda a un precio asequible a nuestros bolsillos.

Para mí es una labor social, un acercamiento a la realidad del día a día, una forma de diseminar la moda por cada rincón de nuestras calles.

Sino la pasarela se quedaría tan inaccesible como las casas que nos muestra la revista HOLA.

Cada día me gusta más Victoria Beckman, no le quito mérito. Me encanta el bolso que has diseñado Vicky. Gracias Zara, por hacer que pueda llevarlo.

Así que no entiendo a qué viene tanta crítica, tanta moralidad y tanto “esto no es políticamente correcto”. No estamos hablando de las mismas prendas, la misma confección, el mismo tejido, el patronaje impoluto…son copias y ¡lo sabemos!

Pero me parece más importante remarcar que  estamos hablando de dejar que la pasarela sea meramente aspiracional y que el ciudadano de a pie, que no se apellida Moss o Delavigne también tenga su posibilidad de llevar la última tendencia.

¿Qué pasaría si las low cost dejaran de copiar? Pues que te hubieras olvidado de las sneakers en el minuto dos. ¿O gastas mucho tiempo fantaseando en tener cosas que no puedes comprar?

Y con Prada, ¡lo mismo! Si sus prendas no fueran las más copiadas una y otra temporada, habría pasado a ser para ti un referente de pasarela a mirar en sus desfiles anuales y punto.

¿Quien no cae cada temporada enamorada del desfile de Chloe? Pues éste año por unos 90€ tienes el total look en Zara.

¡Vivan los clones que democratizan la moda! ¡Vivan las grandes firmas que inspiran al resto!

Felices los bolsillos que se pueden permitir un Gucci y felices aquellos que lucen con máxima dignidad su copia.  Yo estoy a favor.

Y me pienso hacer con esta copia de Pull & Bear del bolso de Saint Laurent, ¡pero que ya!

Saint Laurent 1.390€  –   Pull&Bear 25,99

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Tenéis nuevo post en mi otro blog: YONOSOYGENTE

«En brazos de la mujer madura»