El pasado fin de semana estaba en la calle esperando a que mi madre saliera de una tienda cuando la señora del quiosco que me conoce me regaló la revista “Icon” de Enero. “Es que me ha quedado” – me dice.

A pesar de estar celebrando el puente de Mayo, le agradecí el gesto que ayudó a sobrellevar mi espera y fue así como llegué a leer una entrevista de lo más absurda a Gala González.

IT…WHAT?  IT-GIRL!

Vaya por delante que no es una cuestión de que, casualmente, la última generación de IT-Girls, tengan pasta gansa, backup paterno o familiar de una forma u otra y contactos en el mundillo.

Lo que de verdad me agota es que no lo reconozcan y se empeñen en que se lo curran como el resto y que han salido de la nada.

Pues no. Una cosa es tener un tío en Graná, que ni es tío ni es ná y otra cosa es tener un tío que se llama Adolfo Domínguez, como es el caso de Gala. Pues disculpadme, pero yo creo que no, que no te lo curras igual.

Con lo fácil que sería decir “Agradezco a mi tío que me diera la oportunidad, la he sabido aprovechar y dados mis contactos que por situación familiar ya tenía he podido hacerme un hueco…bla bla bla”. Oye, ¡y tan digna! Una no tiene la culpa de nacer rica o famosa, con un tío diseñador o con una flor en el trasero, se nace y… ¡ya está! Otra cosa es la clase con la que gestionas esto.

Abro la Icon, página 103 y dice el periodista a modo de introducción como si fuera lo más de lo más:

“Recibe recién escurrida de la cama con los restos de maquillaje de la noche anterior, el pelo revuelto, en calcetines, un jersecín gris y unos pitillo elásticos. Hay ropa tirada por toda la habitación”.

¿En serio? ¿Esto es glamour? ¿Qué me estas contando? ¡No fastidies! Esto lo hago yo y me dicen desordenada como mínimo por tener la habitación hecha unos zorros, perezosa por no haberme desmaquillado la noche anterior y maleducada por recibir sin zapatos, ¿eh? Pero no pasa nada,  que esto a Gala le da caché. Mujeres del mundo ahorrad en desmaquillante e invertid en calcetines, ¡da mucho más resultado!

“340.000 seguidores en Instagram, es la mayor influencer española de moda. Así le gusta presentarse, aunque en su web añade bloguera, dj y diseñadora “con ese no sé qué”.

Dada la definición, me alegra saber que no vas a tener que gastar tu dinero en psicólogos, veo que tienes el ego por las nubes una autoestima muy reforzada.

No deja de fascinarme la cantidad de personal que últimamente es DJ. Flipa. Antes ser Disc Jockey tenía cierto caché, mezclar, control del público, conocimiento musical, gestión de la pista, ahora es lanzar un track, ponerte los cascos, entregarte a tu público bailando y haciendo el signo de la victoria y yuju, ya tienes la carrera de DJ.

#pincharmolamogollón #ohyeahohyeah

Y respecto a ese no-sé-que… ¿no se llamará “tito me ha dejado hacerle una campaña”?  porque si no, no sé a qué te estás refiriendo.  ¿Nos lo aclaras? No, por supuesto. Ir de ambigua viste más.

Ese no-sé-qué o ese qué-sé-yo para el resto de los mortales significa carisma y eso no lo tiene cualquiera.

“El concepto “currárselo” sale una y otra vez de su boca: para llegar ahí, para que te llamen para contar por encima de otras”.

Claro mujer. Pero si yo estoy de acuerdo. Hay que currárselo. Tú en lo tuyo y yo en lo mío, pero sin quejarse. Que si es duro subir fotos a Instagram a cada rato y probarte vestidos para marcas deberías probar lo que es coger el coche a las 6 de la mañana y comerte el tráfico infernal de la autopista durante hora y media. Mucho menos glamuroso incluso.

#campañapara»U»AdolfoDominguez #participantesenelcasting:1

“Yo ya tenía estilo, no me tuvo que dar dinero una marca ni regalar ropas para hacerme más estilosa, como ha pasado con otras, que eran unas chonis y han florecido a base de goody bags, de regalitos”, ríe.

Claro, claro, mujer. Estilo no estilazo tenías y bolsos buenos a puñaos que te los daba tu tito, que ya me lo imagino. Pobres chonis de barrio queriendo lucirse, ¡qué se habrán pensado! Un momento, un momento… ¿pero no habíamos quedado que tú te lo currabas como las demás?

#estoesestilazoylodemástonterias #esverdadtununcafuistechoni

Salta a cada segundo del castellano al inglés: “Me sueno supersnob, pero me sale solo”

Soy incapaz de recrear esta frase en voz alta sin que me salga voz de Tamará Falcó…oseaaaaa. 

Me veo volviendo…a Galicia o Barcelona. ¡O igual conozco a un tío de Algeciras y me voy p’allá!

Ni te lo crees chata. Tú en Algeciras te mueres. Tú eres demasiado Cosmopolita hasta para Barcelona. London is the place. Tú quédate allí que nosotros lo agradecemos.

No soy muy diva, la verdad. No exijo siempre volar en business, ni me gustan los baños de leche y el champán.

¿En serio? Tíaaaaa, pero si Business es lo más. ¿Una influencer como tú en turista?

Y luego, ¿te preguntas por qué te consideran un poco pija?

#whereisbusinessplease? #ostrasnoencuentrolatarjetadeembarque #oseaaaasoyGalanolanecesito

“Hoy posiblemente sea una de las pocas influencers que respetan. Al fin se han dado cuenta de que valgo”.

Es una de esas frases que me hace echar de menos el icono de “WTF” del whatsapp.

¿Sé lo que piensan de mí? Que soy una pija que vive de vender su imagen.

Oseaaaaaaa ¿sí? Igual es por lo del business y eso…

Me niego a que un tío me compre nada. Prefiero ser una pringada que la novia de un futbolista. ¿Te imaginas? Mi círculo de amigas de repente sería Malena Costa. Sería como adióooos”

Cierto. Tendrías cero conversación con Malena, porque no la veo a ella invirtiendo su 100% del tiempo hablando de followers e instagramers. Lo que sí que la veo es con una cuenta corriente lo suficientemente saneada como para no tener que pedir que le compren nada. ¿Pringada? ¿Quién?

#nadiemecompranada #siquierolalunamelabajo #yluegomehagounbolsoconella

1200 € por un tuit mencionando una marca, 1800 euros por una foto en Instagram, 4000 € por pinchar en un evento…” yo no me quejo” concede por toda respuesta.

Es que si te quejas es para decirte que vuelvas a España y hacerte pasar un mes con nuestro salario mínimo actual. Y entonces sí que ibas a flipar más que pinchando en cualquier fiesta.

He llegado a la conclusión que que la dosis de realidad debe de ser inversamente proporcional al estilazo.

Que el vodka de las fiestas más que cirrosis da “divismo”, que el sentido común debe de estar encerrado dentro de un Michael Kors y la humildad perdida en una cabina de business.

Gracias a Gala he aprendido que no he de sufrir si estoy tan cansada por las noches que duermo con el rimmel incorporado, que mis calcetines de abuela para que no me aprieten son chic y que cuando salgo tarde para el trabajo y me dejo la cama que parece un mercadillo de ropa los domingos me da categoría.

Gracias Gala, una vez más. Infinitamente gracias.

Y hoy tenéis post en mi otro blog YONOSOYGENTE: AQUÍ

We need a HOLIDAY: Take some time to celebrate!