Hoy me apetecía compartir con vosotras la experiencia con mi primer tratamiento de Botox.
Siempre he sido muy respetuosa con los temas de estética. Entiendo que cada persona puede tener motivaciones muy diferentes respecto a su imagen externa.
En mi caso, yo nunca dije ni si, ni no, sino cuando llegue el momento “ya veré”. No se pueden adelantar acontecimientos ya que con el tiempo una va cambiando y sus pensamientos respecto a los pequeños retoques estéticos también.
Creo que no hay momentos adecuados ni edades idóneas para cualquier tratamiento, sino que creo que cada persona tiene “su momento”.
Yo tenía claro que no quería empezar joven. No a las 30. Ni siquiera a los 40. Siempre me he cuidado mucho la piel, pero hasta ahora con tratamientos no invasivos como los peelings químicos o la radiofrecuencia.
Mi opción, Clínica Estética Roselló.
En mi caso no fue hasta los 45 que me empezó a rondar la idea de una mejora facial y dos años he tardado en decidirme.
Mi recomendación: informarse bien, eliminar dudas y ponerse en buenas manos. Tómate tu tiempo y solo cuando lo tengas claro y estés convencida, hazlo.
Mi opción ha sido Clínica Estética Roselló. Su equipo, profesional y cercano, me asesoró y contestó a todas mis preguntas hasta que lo tuve claro. También es muy importante que le comuniques al doctor cuales son tus expectativas al respecto del tratamiento antes de empezar.
Marina, informándome y asesorándome sobre el tratamiento con Botox.
El doctor y yo hablamos sobre ello, y yo le indique claramente que lo único que quería era una mejora general. Algo muy sútil. Atenuar las líneas de expresión sin hacerlas desaparecer. No quiero pretender ser lo que claramente no soy. Así que hemos puesto la dosis mínima.
Por los pinchazos, ni os preocupéis, no van más allá de una pequeña molestia muy asumible. La aguja es muy pequeña y la zona es anestesiada previamente, así que en mi caso yo no llego ni a considerarlo dolor.
El Dr. Cristian Arias anestesiando la zona.
A partir de las 48 horas se empiezan a notar los resultados. ¡Es magia! Sigo teniendo la edad que tengo, pero los surcos de la frente y las líneas de expresión se ven atenuadas. Pero tarda dos semanas en que el tratamiento haga su efecto por completo, así que ¡esto aún va a mejorar más!
Es tan sutil que bla gente solo atina a decirme “¡Que buena cara haces!”
Y a mi con verme buena cara y ese buen aspecto general ¡me vale! Feliz.
Os dejo éste cupón descuento del 15% que os harán en Clínica Estética Roselló si vais de mi parte, por si alguna de vosotras considera que esta en “su momento”.