Hablamos hoy de esa tendencia que ya ha inundado las calles y no necesita presentación, directamente y desde los late 80s – early 90s:
¡Los parches! Flipa.
Y no han venido solos!!! Se han traído con ellos, chapas, pins y toda aquella ‘quincalla’ que han encontrado por el camino.
Todos sabemos el daño que hicieron esos años en la estética. Me recuerdo a mí misma con una camisa de raso con tremendas hombreras y el pelo crepado y no entiendo cómo no hice un agujero en la capa de ozono de tanta laca que gastaba para mantener aquello.
Y recuerdo los parches en la época del Acid House. Smileys, Snoopys (sí, ya tengo una edad) y otros parches variados que compartían reinado junto a chapas y pines en mi cazadora tejana. Yo, que nunca he sido discreta, y a esas edades el ‘menos es más’, me sonaba a chino mandarino, disfrutaba tuneando las prendas aquí y allá.
Para las veinteañeras esta tendencia viene de la última colección de Marc Jacobs. Para las cuarentañeras, esta tendencia viene de nuestras abuelas remendando los ‘sietes’ que nos hacíamos en la ropa jugando a lo bestia en la calle (Sí. Antes se jugaba en la calle). Eran la gran solución cuando te cargabas un pantalón o las coderas del jersey flaqueaban.
Es una tendencia que me tiene dividida: la encuentro un poco ‘hortera’ pero a la par creo que desprende ‘buen rollo’. Y claro, yo que soy fashion victim buen-rollista por naturaleza pues no me iba a quedar fuera y mucho menos con los buenos recuerdos que me traen los locos años 80-90, época en que me lo pase genial.
Como yo no soy mucho de DIY, me he comprado esta cazadora de Zara (después de probarme la famosa biker amarilla y resistir), que ya viene tuneada.

Trae de todo, (hasta migas de pan que diría mi padre): truenos, bocadillos, flechas, corazones… no le falta detalle.
Creo que le puedo añadir a un look minimal y darle un punto de tendencia sin parecer escapada del instituto.
¿Qué os parece?


Pero, pero, pero…aunque no soy muy de cose-plancha, reconozco que pegar unos parches tiene una dificultad que hasta yo me veo capaz de asumir, así que me he comprado un par de packs de parches variados.
Aún no sé qué voy a hacer con ellos ni cuál va a ser su destino final, pero la idea de personalizar algo MÍO y sólo MÍO, que no tenga miles de clones me parecía interesante.