Hola a tod@s y ¡FELIZ DÍA DE LA MADRE!

Seguro que tod@s vosotr@s compartís secretos, salidas y demás actividades  con vuestras madres. Yo además comparto fondos de armario, shoppings, ratos de mercadillo vintage  y sesiones de DIY con la mía.

No siempre es fácil, reconozco que puedo llegar a ser un poco “agotadora” (desde el cariño), así que mi madre me ha pedido “voz” para contar en tono divertido cómo ve ella mi trabajo. Y aquí la tenéis…

“Me llamo Pilar y mi hija es Asesora de Imagen. Hasta aquí todo bien, podría ser cómo cualquier madre presumiendo de lo lista que es su niña…pero…

Bueno, el oficio trae en si ciertos, digamos, “efectos colaterales” que claramente impactan en la familia. ¿De qué habló?

Todos los miembros de la familia hemos pasado por su “Fondo de armario” y claramente tenemos un armario reducido, saneado y con las prendas correctas para sacarnos el mejor partido.

Olvídate de rescatar alguna prenda después de su visita, su memoria portentosa ha grabado cada prenda de la que te deshiciste.

El otro día vino a visitarme, abrí la puerta, me dió dos besos y me dijo: “Mamá esté jersey no lo habíamos desechado” –  “Ya, hija, para estar por casa”: Ah nooo! Para estar por casa hay que estar con ropa digna y que nos favorezca.

En cuanto llama al timbre escondo hasta las zapatillas de estar por casa y al grito de “Juan, que viene la Alicia”, mi marido se pone sus deportivas “de mudar”, para pasar censura.

Consecuentemente nos hemos acostumbrado y ahora queremos que sea también nuestra «personal shopper”, por lo que si voy de compras sola y veo algo pienso: “se lo he de enseñar a la Alicia”, que luego no acierto en el color, o en la forma redondeada que me hace más ancha ó…

Así pues se dan ocasiones como “Mamá, no salgas del vestuario que ya te traigo yo las prendas” y aquí empieza un ir y venir de camisetas, pantalones, chalecos en una lucha en la que ella pretende modernizarme y yo me resisto…y al final siempre llegamos a un consenso: “no tan moderno, pero un paso más allá del estilo habitual”. Siempre mejoro.

Caso aparte son las celebraciones, todos “arreglados”, que es eso de recibir “de estar por casa”.

Todos con  nuestras mejores galas, combinados y a ser posible con maquillaje que nos haga “buena cara” que por ahí también pasa el escrutinio.

Bueno, también están los efectos secundarios positivos: No salgo de casa sin corrector, base de maquillaje y un mínimo de colorete y pintalabios. Intento que el bolso combine con el resto del conjunto.                                                             

No me pongo cualquier abrigo sino el más “adecuado” y por supuesto mi armario de pronto tiene fulares y otros complementos para complementar un look.

Confieso entusiasmada llegar a más de un sitio y recibir comentarios del tipo: “Que guapa vienes” ,“Que bien combinado ese fular”, “Me encanta tu bolso”, que la verdad siempre son un pequeño “sí, lo conseguí” interior y sé que el esfuerzo ha valido la pena.

Llego la primavera y toca nuevo “saneamiento” del armario…estoy por esconder algunas “cosillas” antes de que llegue a casa…porque luego…ríete tu de «Atila”, aunque igual ya voy tarde…” Pilar S.